Introducción a los edulcorantes y sus principios
Los edulcorantes se dividen en edulcorantes artificiales y edulcorantes naturales, pero los límites no están claros. Por ejemplo, algunos edulcorantes artificiales se extraen de plantas naturales o de la propia sacarosa, mientras que otros edulcorantes naturales se modifican durante la extracción y el procesamiento. Las características no son tan naturales como pensábamos.
Tanto los edulcorantes artificiales como los naturales son sustitutos del azúcar, pero a diferencia de la sacarosa, casi no aportan energía, por lo que muchas bebidas añaden edulcorantes para controlar la energía y ayudar a controlar el peso.
Nuestra lengua está cubierta de muchas papilas gustativas, y cada papila gustativa contiene varios receptores gustativos que pueden detectar diferentes sabores. Al comer, los receptores gustativos se encuentran con las moléculas de los alimentos, y el ajuste perfecto entre receptores y moléculas envía señales al cerebro para que pueda reconocer los sabores. Por ejemplo, las moléculas de azúcar se combinan perfectamente con los receptores gustativos, lo que permite que el cerebro reconozca el dulzor. La molécula del edulcorante es lo suficientemente similar a la molécula de azúcar para que el receptor del dulzor se una a ella. Pero la diferencia con el azúcar es lo suficientemente grande como para que el cuerpo no pueda descomponerla. Esto proporcionará dulzor sin aumentar las calorías.
Tanto los edulcorantes artificiales como los naturales son sustitutos del azúcar, pero a diferencia de la sacarosa, casi no aportan energía, por lo que muchas bebidas añaden edulcorantes para controlar la energía y ayudar a controlar el peso.
Nuestra lengua está cubierta de muchas papilas gustativas, y cada papila gustativa contiene varios receptores gustativos que pueden detectar diferentes sabores. Al comer, los receptores gustativos se encuentran con las moléculas de los alimentos, y el ajuste perfecto entre receptores y moléculas envía señales al cerebro para que pueda reconocer los sabores. Por ejemplo, las moléculas de azúcar se combinan perfectamente con los receptores gustativos, lo que permite que el cerebro reconozca el dulzor. La molécula del edulcorante es lo suficientemente similar a la molécula de azúcar para que el receptor del dulzor se una a ella. Pero la diferencia con el azúcar es lo suficientemente grande como para que el cuerpo no pueda descomponerla. Esto proporcionará dulzor sin aumentar las calorías.
